El Gobernador quiere que el ex mandatario encabece la lista de diputados. En el entorno del “Gringo” dicen que hará una campaña nacional pero no será candidato
Martín Llaryora y Juan Schiaretti aún no llegaron a un acuerdo sobre cómo van a plantear la estrategia final de las elecciones de medio término en Córdoba. El peronismo cordobés tiene algunos nombres que sobresalen de la media y que sacan una cabeza de ventaja en la rosca política previa al armado de listas.
El Gobernador tiene un plan A. Una prioridad. Quiere que Schiaretti sea el primer candidato a diputado nacional por Hacemos, la fuerza que ambos componen y que este año tendrá listas en varias provincias del país.
El objetivo es que estas elecciones sean un trampolín para construir una opción electoral para el 2027. Que se convierta en el punto de partida concreto de un armado de centro, que abrace a distintos sectores del peronismo y a otras fuerzas políticas.
En el entorno del “Gringo” hace tiempo que niegan cualquier candidatura: “Nunca dijo que iba a ser candidato y es muy probable que no lo sea”. El margen para que cambie de opinión estará hasta último momento. Sobre todo porque Llaryora insiste con que él es la mejor opción para encabezar la boleta.
En el Panal, como se conoce a la casa de Gobierno de Córdoba, aseguran que Schiaretti es el “único que está por encima de la marca”, en referencia al sello de Hacemos por Córdoba, la versión local del partido nacional. No hay discusión sobre quién es el que más mide en la provincia.
El ex gobernador no tiene intenciones de ser candidato, pero hará campaña igual. Como figura preponderante del armado político, tiene decidido acompañar a todos los candidatos nacionales que ponga el nuevo partido sobre el tablero electoral. Va a recorrer varios kilómetros y hablará de una propuesta que sea alternativa al oficialismo y el peronismo K. Ese es el plan de acción.
Va a viajar a las distintas provincias donde haya una lista de Hacemos y va a ponerse al hombro la campaña. Será un candidato virtual. No estará en ninguna boleta, pero estará en la mayoría de las provincias. Así describen su hoja de ruta en su círculo más cercano.
“La gente ya no vota ideas, vota personas. Milei y CFK representan ideas bien disímiles. El electorado que está en el medio no tiene una figura que encarne sus ideas y necesidades. Schiaretti sería el hombre ideal para hacerlo. Y así lograríamos que mucha gente vote por una alternativa”, reflexionó un importante funcionario del gobierno cordobés.
Llaryora cree que una candidatura del “Gringo” podría nacionalizar el proyecto político que están impulsando desde Córdoba, instalar la marca y lograr una buena elección en la provincia. Al peronismo cordobés, históricamente, le cuestan los comicios de medio término. Y esta parece no ser la excepción. Esa necesidad del Gobernador podría encontrar una solución con la alternativa que propone Schiaretti. Campaña sin ser candidato.
Los libertarios tendrán una boleta propia. El encargado de armar en la provincia es el presidente del bloque de diputados de La Libertad Avanza (LLA), Gabriel Bornoroni. El electorado cordobés ha dado señales claras en los comicios nacionales de acompañar a Javier Milei. Ese dato fue el que más incomodó a Llaryora durante todo el año pasado.
El mismo público que votó al Gobernador, también votó a Milei en el balotaje. En ese contexto complejo, Llaryora tiene pensado mostrar que su vocación es apoyar el gobierno nacional pero defender las necesidades de Córdoba, como sucedió con el reclamo de las últimas semanas para que el Presidente baje las retenciones al campo. “Es un debate puramente nacional. No hay nada en juego en la gestión local”, aseguran en el Panal.
Dentro del peronismo cordobés hay quienes creen que la decisión de Llaryora de empujar la candidatura de Schiaretti no tiene que ver solo con que es el que mejor mide en las encuestas. Ven detrás de ese impulso la necesidad de marcarle distancia al “Gringo” y fortalecer su liderazgo como jefe del espacio político provincial. Divisan una lucha de poder territorial.
A los dos lados del mostrador niegan cualquier versión de tensión y aseguran que son “socios pólíticos” que se llevan muy bien. “Van a trabajar en conjunto. Nadie debería dudar de eso”, advierten en los dos entornos. Llaryora anclado en la provincia para hacer fuerte su gestión y Schiaretti parado al frente del armado nacional, con un plan de acción que tiene como destino final las elecciones presidenciales del 2027.
Danza de nombres y caras conocidas
Como opción a Schiaretti, en Córdoba se barajan varios nombres para encabezar la lista. El que mejor mide en las encuestas es el ex jugador de básquet y actual fincionario del gobierno de la ciudad capital, Héctor “Pichi” Campana.
De 60 años, histórico jugador de Atenas y ex vicegobernador (durante el primer mandato de Schiaretti), Campana apareció en el listado de candidatos en las últimas semanas. Actualmente está al frente de la Secretaria de Deportes del gobierno que lidera Daniel Passerini. Está bien considerado por el electorado cordobés y no necesita una campaña de instalación. Dos virtudes importantes para un proceso electoral.
Otro de los nombres que aparece como opción es el de la actual vicegobernadora Myrian Prunotto. De origen radical, en la provincia dicen que la compañera de fórmula de Llaryora podría dar una imagen de amplitud y solidificar el paritido cordobés, como describió el Gobernador a la convergencia de dirigentes políticos de distintos partidos, que terminaron formando la alianza que lo llevó al gobierno.
En la hilera de nombres también está el ministro de Gobierno de la provincia, Manuel Calvo, que es una de las figuras con perfil más alto dentro del peronismo cordobés. Del departamento de San Justo, como el Gobernador, podría poner en valor su perfil vinculado a la gestión.
Otro de los posibles candidatos es Miguel Siciliano, que es el presidente del bloque oficialista en la Legislatura cordobesa y ex funcionario del gobierno de la Ciudad de Córdoba, en los años en los que gobernaba Llaryora.
En la danza de nombres otro de los que aparece es el del ministro de Seguridad cordobés, Juan Pablo Quinteros. Ex aliado del senador Luis Juez y de buena relación con la ministra Patricia Bullrich, fue convocado por Llaryora para darle amplitud a la gestión de gobierno.
Una de las candidaturas que más impacto político podría tener en la provincia es la de Natalia De la Sota. La hija del ex gobernador tiene intenciones de renovar su mandato en la Cámara baja y mantiene un buen vínculo con el Gobernador. Sin embargo, no aparece en el Top 3 de candidatos posibles.
En el peronismo local hay quienes diagramaron en su imaginación una boleta con apellidos históricos. La dupla Schiaretti-De la Sota. Por ahora es solo un juego de proyecciones en la etapa previa al armado de listas. Llaryora analiza los pasos a seguir con los nombres que tiene sobre la mesa. Esperará hasta último minuto la decisión final del candidato a presidente.