La Cancillería está envuelta en un movimiento interno que genera malestar en buena parte de los diplomáticos. Hace unos días se dieron a conocer los nuevos pliegos de ascensos de embajadores.
Como reveló en exclusivo LPO, Diana Mondino armó la lista de ascensos para favorecer a diplomáticos del PRO cercanos a Jorge Faurie y a buena parte la plata libertaria que conduce el ministerio. La Canciller y su equipo trabajaron contrarreloj para armar esas nuevas listas y promover los ascensos entre sus funcionarios más leales «desplazando a aquellos que ya integraban las listas correspondientes a los años 2021, 2022 y 2023». Desde el Palacio San Martín afirmaron a LPO que «no hay antecedente de algo así.
Ahora, surgieron fuertes cuestionamientos legales al proceder de los integrantes de la llamada Junta calificadora que es la responsable del armado de los pliegos de ascenso. Como el Senado es el que debe resolver sobre las promociones, un grupo de diplomáticos vinculados al peronismo, ya lo hicieron saber y los asesores jurídicos del Partido Justicialista están trabajando para presentar un recurso de amparo en la justicia contra esta junta.
Las críticas se potencian por varios «comportamientos inmorales» como el del embajador de Milei en Uruguay, Martín García Moritán, quien hizo meter a su esposa en los pliegos, en un hecho de evidente nepotismo. Pero el más grave, de acuerdo a las fuentes diplomáticas consultadas por LPO, es el del vicecanciller económico, Marcelo Cima, que fue denunciado en el Senado por entorpecer el accionar de la justicia ante investigaciones en su contra.
Como adelantó LPO, Cima tiene un sumario penal abierto desde el año 2020 por maltratos a empleados belgas mientras era embajador en Bruselas. También le encontraron viajes no autorizados a Estados Unidos para visitar a su hija y lo acusan de haber trabajado a distancia desde un país que no era el asignado.
En su momento, el ex canciller Felipe Solá lo hizo volver a los pocos meses de nombrarlo por pedido expreso de las autoridades de Asuntos Internos para no desencadenar un conflicto diplomático con el estado belga que tenía ya las denuncias sobre la violencia laboral contra el personal de nacionalidad belga que trabajaba en la embajada argentina.
Con este marco, la información que manejan diplomáticos cercanos al peronismo es que cuatro funcionarios de la Cancillería fueron llamados a declarar como testigos. Se trata de Pedro Negueloaetcheverry, Constanza Crespo, Ramiro Velloso y Pablo Obregón, que habrían sido premiados ilegalmente por Cima, que los metió en la lista de ascensos a pesar de no tener los requisitos suficientes.
Según las fuentes, esa fue una estrategia de la mano de derecha de Mondino para presionar y cambiar sus declaraciones y desviar la investigación judicial.
De acuerdo a la denuncia que está en el Senado, lo que hizo Cima se encuadra en el delito de cohecho porque utilizó una posición de poder para obtener declaraciones favorables que le eviten profundizar el sumario.
Los funcionarios involucrados también fueron denunciados por cohecho pasivo. «Cima se dedicó a premiar otros involucrados en este bochornoso expediente por el cual debería ser expulsado de la carrera diplomática», comentó un diplomático que empuja la acusación al funcionario.
Junto a los funcionarios que fueron a ascendidos, Cima, nombró como Director del Centro Económico a Pablo Grinspun (hijo del ex ministro de Economía) quien también está citado a declarar como testigo de estos malos manejos. «El tipo pago puestos en el estado por impunidad», sentencia la fuente.