La revisión tarifaria de los servicios subsidiados es el ítem que resta cerrar con el FMI. Sin ajuste, no se puede cumplir la meta de déficit estimada para este año en 2,5% del PBI. Aún si la economía creciera en torno al 3%, para no elevar el peso de los subsidios en relación con el PBI, las tarifas deberían acompañar la inflación, con subas promedio por encima del 52%. Esa es la conclusión de un trabajo de la consultora Equilibra.
Los subsidios económicos treparon desde 1,6% del PBI en 2019 hasta 3,0% en 2021, alcanzando 14.000 millones de dólares, de los cuales más de 11.000 millones fueron destinaron al sector energético, lo que equivale al 2,3% del PBI. De eso, la electricidad se llevó la mayor porción, con un 1,9% del total del producto nacional.
Sin embargo, la consultora Equilibra destaca en su último informe que también las tarifas de transporte público y de agua, que han recibido mucha menos atención pública, requieren subas fenomenales para achicar el gasto del Estado.
Según la consultora de Diego Bossio y Martín Rapetti, el pago de la factura de agua que hacen los usuarios apenas cubre el 37% de los costos operativos, de mejora y mantenimiento. Sin subas en 2022, las facturas alcanzarían para cubrir apenas el 18%. Para cubrir el 100% de los costos operativos, la tarifa de agua debería trepar 210%. Aun así, el Estado debería destinar 563 millones de dólares para obras y mantenimiento, lo que equivale a 0,11 puntos del PBI.
El último ajuste en las tarifas de agua y saneamiento fue en mayo de 2019 y desde entonces, han permanecido congeladas. Este servicio es provisto por la empresa estatal Aysa, por lo tanto, el gasto que el Estado realiza para complementar lo que la tarifa no alcanza a cubrir no se contabiliza dentro del ítem subsidios.

No obstante para Equilibra “resulta interesante analizar cuán atrasada está la tarifa también en este segmento, porque, en definitiva llámese subsidio o no, es un costo que también paga el Estado y contribuye a abultar el déficit primario”.
Según Equilibra, sin ajuste de tarifas en 2022, y sólo para cubrir gastos operativos, los desembolsos de la administración nacional subirían de los 330 millones de dólares que se invirtió en el 2021 a 460 millones de dólares. Si a esto, además, se suma el gasto en mantenimiento y mejoras, la cifra asciende a 560 millones y 1.000 millones, respectivamente. En este último caso, el agujero que cubre el Estado Nacional pasaría de 0,12 puntos del producto en 2021 a 0,20 puntos en 2022.