sábado, noviembre 9, 2024
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    MIRALO DE VUELTA

    Armá tu paraíso botánico: 7 plantas con flores que atraen a las mariposas

    Las flores suman color, y las mariposas, además, movimiento. Si tenés un espacio poco ventoso donde poner tus plantas (por ejemplo junto a las ventanas, en un patio soleado, un balcón resguardado o un jardín) elegir bien cuáles llevar va a ser clave para hacer un imán de insectos polinizadores.

    En general las mariposas son bastante territoriales y, si encuentran lo que necesitan en un solo lugar, no se van muy lejos. Así que el secreto si poner aquellas especies donde puedan alimentarse (nectaríferas) y donde puedan poner sus huevos (hospederas), el éxito es casi asegurado.

    Consultamos con JARDÍN cuáles son estas plantas irresistibles para mariposas y nos recomendaron estas siete:

    1. Lantanas

    Son especies muy atractivas para mariposas. Especialmente las nativas Lantana camara y L. trifolia porque cumplen con el requisito de floración continua para la provisión de néctar desde el fin de la primavera hasta el otoño.

    Las flores de la Lantana camara se agrupan en racimos terminales o axilares compuestos por numerosas flores pequeñas, tubulares y fragantes.

    Las flores de la Lantana camara se agrupan en racimos terminales o axilares compuestos por numerosas flores pequeñas, tubulares y fragantes. – Créditos: Gentileza Archivo JARDÍN

    2. Ageratum houstonianum

    El agerato celestino o damasquino es una pequeña planta ornamental (como máximo alcanza los 50 cm de altura) muy apreciada en paisajismo por sus abundantes flores de efecto pomposo que atraen mariposas.

    Es ideal para dar volumen en canteros y también se puede cultivar en macetas en patios y balcones soleados.

    Ageratum houstonianum y Tithonia rotundifolia 'Torch', dos especies de color y textura muy atractiva para las mariposas.

    Ageratum houstonianum y Tithonia rotundifolia ‘Torch’, dos especies de color y textura muy atractiva para las mariposas. – Créditos: Gentileza Archivo JARDÍN

    3.Tithonia rotundifolia

    Comúnmente llamada acahual rojo, girasol mexicano o jalacate, es muy atractiva para las especies de mariposas grandes. Existen cultivares de distinto tamaño, desde los 50 cm a los 3 metros de altura.

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    4. Salvias

    Por su tamaño y la forma tubular de su cáliz, la salvia es más adecuada para los colibríes y mariposas grandes, como las especies Papilio y Battus. Las salvias son grandes productoras de néctar y muy apreciadas en los jardines naturalistas por su porte denso, cultivo sencillo y floración abundante.

    Salvia leucantha y Echinacea purpurea. Dos variedades fáciles de conseguir en viveros que resultan muy atractivas para las mariposas desde primavera hasta otoño.

    Salvia leucantha y Echinacea purpurea. Dos variedades fáciles de conseguir en viveros que resultan muy atractivas para las mariposas desde primavera hasta otoño. – Créditos: Gentileza Archivo JARDÍN

    5. Echinacea purpurea

    Es una planta muy vistosa, perenne y de floración continua durante gran parte del verano y otoño. Muy resistente a la sequía por su raíz profunda. Es recomendable plantarla en su lugar definitivo ya que no le gusta la división y corte de raíces

    Hay flores coloridas y con rico perfume que crecen bien sin sol.

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    6. Cosmos

    Las hojas son de color verde medio y su mayor atractivo son las flores: amarillas, anaranjadas, rosadas, fucsias o blancas, que se usan en gastronomía (sus pétalos se incorporan en ensaladas verdes o de frutas). Son muy atractivas para las mariposas y las abejas y muy llamativas visualmente.

    Cosmos bipinnatus y Dahlia Alstergruss, dos must para atraer mariposas.

    Cosmos bipinnatus y Dahlia Alstergruss, dos must para atraer mariposas. – Créditos: Gentileza Archivo JARDÍN

    7. Dalias

    Las dalias son fáciles de mantener, crecerán en abundancia, nos darán flores desde la primavera tardía hasta las primeras heladas otoñales y cada año volverán para repetir su hermosa sinfonía de color.

    No requieren mayores cuidados, pero conviene evitar regar las hojas ya que, de hacerlo, podemos incentivar la aparición de enfermedades.

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