Patricia Bullrich se la veía venir y trató de abrir el paracaídas a tiempo. Desde mayo, la ministra de Seguridad de Milei se puso a buscar un partido que la acune para luego de pelearse con Macri y romper con el PRO.
Para ello, tanteó a las autoridades de la Ucedé, el partido que creó Álvaro Alsogaray, y pretendía que le cambien el nombre pero los liberales rechazaron la exigencia, según contaron a LPO fuentes al tanto de las maniobras.
Ante esto, Bullrich acudió al siempre predispuesto Alberto Asseff para intentar recalar en el Partido Nacionalista Constitucional UNIR. Dos meses atrás, Asseff le había pedido a cambio tres cargos en el gobierno.
Pero luego de que se confirme la ruptura con Macri, aparentemente las acciones del partido se dispararon y Asseff le cambió el presupuesto y les exigió diez cargos: «ustedes escucharon mal, yo les dije diez», se defendió el viejo dirigente. Ahora Bullrich lo está pensando, dijeron a este medio.
Quien se ocupa de conseguir el plafón partidario es Santiago Hardie, el subsecretario de Protección Civil y hombre de confianza de Bullrich. Hardie no estuvo exento de polémica y fue mencionado en la causa de estafa contra la fintech Wenance que ofrecía préstamos a gente que no estaba calificada para acceder al sistema bancario por intereses usurarios, investiga la justicia.
Lo cierto es que ahora Bullrich echada del PRO deberá aterrizar en otro partido: «es la Abreu de la política argentina», se burlaron en La Libertad Avanza recordando al jugador de Uruguay que pasó por 31 clubes en su extensa carrera deportiva.
Bullrich que se inició en la Juventud Peronista de los 70, se recicló en el menemismo en los 90, creó el partido Unión por Todos para desembarcar en la Alianza en los 2000 para después acompañar a López Murphy en el partido Recrear y previo paso por la Coalición Cívica, terminó en el PRO de Mauricio Macri.
