La Cámara Federal de Apelaciones de Resistencia ratificó el procesamiento con prisión preventiva para Lucas Torales Cordeiro y sin prisión para dos familiares, en un caso de lavado de activos vinculado a desvíos del Instituto de Agricultura Familiar y Economía Popular (IAFEP).
La Cámara Federal de Apelaciones de Resistencia confirmó este martes el procesamiento con prisión preventiva para Lucas Alexis Torales Cordeiro y el procesamiento sin prisión para su hermano Marcos Gabriel Torales Cordeiro y su padre José de Jesús Torales, acusados de integrar una red que lavó $231.3 millones de pesos provenientes de fondos públicos del Instituto de Agricultura Familiar y Economía Popular (IAFEP) de Chaco.
Así lo resolvió el tribunal de alzada en un fallo que lleva las firmas de las juezas Rocío Alcalá y Patricia García, al que tuvo acceso LITIGIO.
Las camaristas advirtieron que “se observa en los hechos investigados una plataforma de corrupción sistemática que denota una confusión ética entre lo público y lo privado y la falta de transparencia del Estado” para ratificar el procesamiento dictado por la jueza federal Nº 1, Zunilda Niremperger.
En concreto, el fallo precisa que “se observa en las maniobras desplegadas un patrón básico que se reitera en causas como la discutida en autos, al prestar atención a los vínculos personales y familiares entre los imputados, quienes formaban parte del seno de esta organización delictiva en la que fácilmente pueden detectarse las relaciones de confianza y lealtad que resultan primordiales en los delitos complejos como el analizado”.
El caso
Según la investigación impulsada por el fiscal federal Patricio Sabadini, entre 2019 y 2023, cuatro fundaciones (Árbol de la Vida, La Revolución, 11 de Febrero y Jóvenes Líderes) vinculadas a los Torales Cordeiro recibieron $231.391.738,64 del IAFEP para proyectos de viviendas sociales, pero los fondos habrían sido desviados para comprar dólares en cuevas, criptomonedas (USDT) y bienes de lujo.
Los imputados registraron un aumento patrimonial de $147.8 millones sin justificación legal, con compras de vehículos de alta gama (Honda Civic, Ford Territory), viajes al exterior y propiedades.
Según la fiscalía, los fondos se retiraban en efectivo para “perder trazabilidad”, se triangulaban entre fundaciones controladas por la familia y finalmente se blanqueaban mediante inversiones en Paraguay y Brasil.
Los fundamentos
En su resolución, las camaristas respaldaron la decisión de la jueza de primera instancia, Zunilda Niremperger, destacando que existieron pruebas contundentes como documentación bancaria, informes de la UIF y allanamientos que demostraron que los imputados no podían justificar sus gastos con ingresos declarados. Por ejemplo, Lucas Torales, registrado como monotributista categoría B, recibió $32.7 millones en 2023 y adquirió autos a nombre de testaferros.
En el caso particular, fue señalado como cabecilla de la organización, presidente de dos fundaciones y beneficiario directo de los fondos. La Cámara destacó su “capacidad operativa para entorpecer la investigación” si permanecía libre.
“Plataforma de corrupción sistemática”
En los fundamentos de la sentencia, las camaristas advirtieron que “se observa en los hechos investigados una plataforma de corrupción sistemática que denota una confusión ética entre lo público y lo privado y la falta de transparencia del Estado”. En ese sentido, señalaron que “la trascendencia de los sucesos en análisis, que afectan a la sociedad toda, y el máximo de compromiso en la investigación de los delitos endilgados a los imputados, ya que la corrupción es una de las caras de la delincuencia económica”.
Así, las juezas agregaron que “el delito económico que se investiga en autos, dadas sus características, genera un daño social considerable, ya que no solo afecta directamente a las instituciones democráticas, sino que socava el financiamiento estatal producto de la reducción de recursos disponibles para la implementación de políticas públicas”.
“Considerando que los sectores vulnerables son los que más necesitan de ellas y los principales perjudicados por la corrupción y delincuencia de quienes, como en este caso, habrían recibido fondos para mejoras habitacionales y, sin embargo, los utilizaron para su propio incremento patrimonial y en desmedro de la población vulnerable”, puntualizaron.
