Las reiteradas lesiones de los jugadores del fútbol argentino son cada vez más preocupantes porque pueden truncar la carrera de jóvenes deportistas que deben adaptarse a, entre otras dificultades, al mal estado de las canchas en las que practican este deporte de alto rendimiento.
El fútbol argentino atraviesa una ola de lesiones graves. Con la confirmación de lesión de ligamentos cruzado del futbolista Agustín Bravo de Rosario Central, ya se produjeron 21 roturas de ligamentos en jugadores de distintos equipos en lo que va del año.
El resonante caso anterior fue la lesión de Lucas Blondel. Y tras conocerse su diagnóstico el doctor Jorge Batista, médico del plantel de Boca, explicó algunas de las causas por las que se lastiman los futbolistas.
“Calendario muy apretado, terrenos de juego en algunos casos en mal estado, modas en el uso de tapones semicirculares en lugar de tapones redondos, estrés psíquico (todos se juegan algo: descenso, clasificar a instancias finales, etc), fatiga física”, enumeró el médico de Boca, que es una eminencia en las cirugías de rodillas, entre las causas de estas lesiones que demandan de seis a ocho meses de rehabilitación.
El contexto es preocupante tanto para los jugadores como para los clubes y la dirigencia por lo que deberán tomar nota de lo que ocurre para buscar soluciones.