Tini Stoessel, María Becerra y Stefi Roitman son sin dudas nombres que a cualquier diseñadora le gustaría tener en su historial figuras que eligen sus diseños. Y Pía Calcaterra se puede dar el lujo de nombrarlas a todas. Nacida en Buenos Aires en 1990, su familia valoraba la elegancia y el buen gusto en la vestimenta y su destino en la moda estaba escrito.
El legado familiar italiano y Pampita como musa
Inspirada por su abuela paterna, italiana, que siempre insistía en la importancia de la calidad y los detalles en la ropa, Pía desarrolló desde muy joven una pasión por el diseño de moda. “Para ella el bien vestir siempre era importante. Hablábamos de las camisas, de que los botones estén bien cosidos, que las mangas no estén giradas”, recuerda en una charla exclusiva con TN Estilo.
Esta influencia familiar fue crucial en su formación y la motivó a realizar cursos de moldería y diseño de indumentaria. Su viaje en este mundo comenzó formalmente en la Biblioteca de la Mujer. Para cada entrega de la facultad, iba a dormir a la casa de su abuela, donde cosían junto a la costurera de la familia.
Su formación siguió en Parsons, Nueva York, donde se capacitó en Fashion Design. “De ese viaje me inspiró todo, sobre todo las prendas intervenidas. De chica me voló la cabeza”, comenta sobre esta experiencia que fue fundamental para su carrera, permitiéndole fusionar sus raíces clásicas con un enfoque más moderno y atrevido.
En 2018, de vuelta en Buenos Aires, la diseñadora fundó Calca, una tienda en Recoleta que en ese momento se basaba principalmente en el linaje y la tradición italiana. Los trajes masculinos para mujeres, los suéteres de cachemira y las camisas eran protagonistas en sus colecciones.
Pampita fue una de las primeras famosas en usar sus prendas, de la mano de su estilista Mechi Ugarte. En estos inicios, el moodboard de Pía estaba lleno de imágenes del sur de Italia, inspirado en la mujer fuerte, y la elegancia clásica era su sello distintivo.
De los clásicos al total denim y las estrellas de la música
Con el tiempo, Pía sintió la necesidad de evolucionar y romper con lo tradicional. “Quería encontrar más mi camino, mi creatividad más jugada. También la parte musical”, explica, y destaca que su vínculo con la música es muy fuerte desde chica, cuando tocaba el piano y tomaba clases de baile.
Este cambio personal y creativo, con otro viaje a Nueva York de por medio, la llevó a colaborar con la estilista Vicky Miranda y a acompañar con el vestuario a Tini Stoessel en toda su transición a la música urbana. El boom fue en 2020, cuando la vistió para el video de High junto a María Becerra y Lola Índigo.
“Le hice un look bien jeanero y ahí arranca mi época de jean”, recuerda Pía sobre lo que hoy es el sello de su marca. Esta etapa fue crucial para Calca, ya que permitió a Pía experimentar y crear piezas únicas que combinaran modernidad, elegancia y un toque vanguardista y además empezó a darle visibilidad alrededor del mundo.
La llegada a Miami y la constante innovación
La fama de Calca creció rápidamente, llevando a Pía a vestir a otras celebridades como María Becerra, Emilia Mernes o Stefi Roitman, y a expandir su marca a nivel internacional. “Viajaba mucho, y en Miami me contactaron del Standard Hotel y me pidieron que tenga mi colección en Miami y en Nueva York”, cuenta.
Al mismo tiempo, su tienda en Recoleta actualmente funciona bajo un modelo de citas previas, ofreciendo una experiencia personalizada y a medida para cada cliente. “Para mí es importante el contacto con las clientas y que se vaya formando un vínculo”, destaca Pía, que hoy entre sus musas tiene a figuras emergentes como Mía Cambiaso o Lola Latorre.
Más allá del cambio de estilo que atravesó la marca, la tradición artesanal italiana sigue presente y es el espíritu de la marca. “Hacemos todo en la oficina, cosemos con dos máquinas que tenemos ahí. El producto está muy cuidado, muy artesanal”, destaca y es casi como si todavía siguiera cosiendo con su abuela y la costurera de la familia.
Además, la marca ha adoptado prácticas sostenibles, reciclando materiales y minimizando el desperdicio. “Siempre cuidé mucho el medio ambiente y me gusta reciclar. Lo que sobraba de un suéter lo ponía en un jean”, ejemplifica, siempre inquieta y con la mirada en el futuro. “Todo el tiempo quiero hacer algo nuevo, innovar. Siempre estoy dándole la vuelta para hacer algo diferente, que no sea lo que tienen todas” asegura.