La tragedia ocurrió el primer día del año en la playa junto a la chacra marítima de Marcelo Tinelli en La Boyita, cerca de Punta del Este. Una amiga de su hija Micaela gritó pidiendo ayuda porque no podía volver a la orilla y el fotógrafo Gabriel De Felice, que montaba guardia muy cerca, se tiró al agua para rescatarla. Pero, cuando regresaban a la costa, desapareció entre las olas.
Ese día había mucho viento, por lo cual el mar estaba bastante picado y peligroso. Y, aunque la playa es privada de la familia Tinelli y no tiene guardavidas, la hija del conductor, Micaela, entonces de 14 años, fue a tomar sol con sus amigas Martina y Clarita a eso de las 16:30.
Por motivos que se desconocen y aunque tenían prohibido entrar al agua, Clarita se metió justo frente a la mansión de Tinelli, pero la corriente la fue arrastrando mar adentro. Enseguida empezaron sus gritos desesperados, porque sentía que se ahogaba y no podía volver a la costa.
Gabriel De Felice, el fotógrafo que se convirtió en héroe
Como muchos famosos argentinos suelen pasar Año Nuevo en sus casas de Punta del Este, varios fotógrafos hacían guardia en la playa, para intentar tomar imágenes. Algunas de las celebrities vecinas de Tinelli son Nicolás Repetto y Florencia Raggi, Valeria Mazza y Alan Faena.
Uno de los reporteros gráficos era Gabriel De Felice, de la revista Pronto, que esa tarde se convirtió en héroe y perdió la vida, a sus 43 años. De Felice fue el primero en escuchar el pedido de ayuda de Clarita y, sin dudarlo, dejó sus equipos en la arena y se tiró al agua para rescatarla. Logró llegar nadando hasta donde estaba la chica pero, cuando trataban de volver a la costa, se hundió entre las olas.
La muerte de Gabriel De Felice
Micaela Tinelli había salido en un cuatriciclo con su amiga Martina para pedir ayuda y encontró al fotógrafo Nicolás Bovio, que integraba el equipo de la revista Caras con el redactor Mario Rodríguez Muñoz. El fotógrafo subió al cuatriciclo para llegar más rápidamente al lugar del rescate.
Ante los gritos desesperados de las personas que empezaron a acercarse, también Marcelo Tinelli se tiró al agua junto a Bovio. Así lograron finalmente socorrer a la chica, que estaba muy asustada, y llevarla hasta la arena.
Allí, Clarita empezó a decir “Adentro hay un hombre” y contó que él la había rescatado, pero luego desapareció entre las olas y ella no lo pudo ayudar. También Micaela y Martina aseguraban que había un hombre en el mar.
Aunque una veintena de personas que se habían juntado en la playa intentaron encontrarlo, recién pasadas las 17 lo distinguió entre las olas un amigo del diseñador Alan Faena. El fotógrafo, que se había convertido en un héroe, flotaba muerto en el mar, tan lejos de la costa que tuvo que llegar la Prefectura para recuperar su cuerpo.
Marcelo Tinelli y el recuerdo de De Felice
El hecho sacudió al conductor, que el 1° de abril cumplió 64 años. Algunas horas después de la tragedia, el médico forense uruguayo Héctor Volonté confirmó que el fotógrafo había sufrido un paro cardíaco en el agua “producto de la fuerte diferencia térmica”.
“Era un tipazo”, dijo Marcelo Tinelli, que fue el primero en encontrar los equipos del fotógrafo Gabriel De Felice junto con sus credenciales de la revista Pronto y de la Asociación de Reporteros Gráficos de la Argentina. El conductor participó al día siguiente del velatorio en Punta del Este con familiares y amigos.
“Un gran reportero gráfico y un grandísimo amigo, de esos que siempre están”, agregó Nicolás Bovio, que viajó con el féretro desde Uruguay hasta la Argentina. La Asociación de Reporteros Gráficos de la Argentina también emitió un comunicado en el que habló de la “reacción heroica de Gabriel De Felice, un acto de grandeza que ennoblece su condición humana”.