Karina Milei oficializó la estructura estatal que conducirá y formalizó las atribuciones que tendrá como secretaria general de la Presidencia para acompañar al jefe de Estado en la intimidad del poder. La hermana del Presidente tendrá a su cargo un organigrama de seis subsecretarías o “ravioles” que abarcarán desde las típicas cuestiones logísticas y ceremoniales hasta otros asuntos políticos más relevantes. Más allá de las funciones que figuran en los papeles, en el Gobierno todos saben que en la práctica ella tendrá amplias facultades para tomar decisiones en la diaria.
En el Boletín Oficial del segundo día hábil del año, el Gobierno presentó el organigrama de la secretaría General de la Presidencia y detalló los objetivos del área, un paso formal clave para poder avanzar con las designaciones de los funcionarios, que se espera en las próximas horas. Karina Milei integrará en su equipo a personas de su confianza que la acompañaron durante la campaña con colaboradores que son nuevos en el espacio pero tienen amplia experiencia en el Estado.
En lo formal, la hermana del Presidente tendrá a su cargo cuestiones operativas como los traslados de Javier Milei; el armado de los viajes oficiales; el resguardo y acondicionamiento de la quinta de Olivos, la Casa Rosada y la quinta de Chapadmalal y “todo lo concerniente al ceremonial, el protocolo, las audiencias y los asuntos de índole privada”, según el decreto 5/2024 que se publicó este miércoles. Como varios de sus antecesores en el cargo, tendrá también atribuciones políticas. Entre ellas, “asesorar a la Presidencia sobre el diseño y actualización de la política del Poder Ejecutivo” e “intervenir en el seguimiento del cumplimiento de las directivas emanadas de la Presidencia y realizar las tareas especiales que le encomiende”.
Figura central
La hermana de Milei es central en el nuevo esquema de poder. “Si Javier es el rockstar, ella es su manager”, ilustró un dirigente que conoce bien a los hermanos. Los que han tratado a la dupla aseguran que Karina administra parte de las relaciones del Presidente como una forma de cuidarlo de los arribistas del poder. Ella es el primer anillo de contención de Milei, al punto que ubicó su lugar de trabajo en el comedor que está contiguo al despacho del jefe de Estado en el ala presidencial de la Casa Rosada, un espacio distinto al que ocupaba su antecesor, Julio Vitobello.
Respecto del organigrama, el Decreto 5/2024 determinó que Karina Milei tendrá bajo su órbita la Unidad Gabinete de Asesores, las subsecretarías de Coordinación Administrativa, de Gestión Institucional, de Planificación General y de Asuntos Presidenciales, y la Casa Militar, encargada de la seguridad del Presidente.
Durante la época de Alberto Fernández, la Secretaría General también abarcaba seis dependencias, solo que ahora cambiaron algunos nombres de las áreas.
Según pudo reconstruir LA NACION, se espera que para todo lo referido al protocolo presidencial desembarque en el Gobierno Darío Lucas, que trabajó tanto en el gobierno de Mauricio Macri como en el de Cristina Kirchner, con funciones en la Cancillería y en la Casa Rosada. “Es una eminencia, tiene tres asunciones presidenciales en el lomo”, describió un viejo colaborador de Balcarce 50.
Un cambio que se espera en la estructura de la Secretaría General de la Presidencia está vinculado con la flota aérea presidencial. La llamada dirección General de Logística (DGL) históricamente dependía de la Casa Militar, que tenía a su cargo la Agrupación Aérea Presidencial y se dedicaba al mantenimiento de los aviones Tango y los helicópteros oficiales. Desde el menemismo, esas facultades fueron transferidas paulatinamente a manos civiles. Ahora se espera que la DGL vuelva a estar bajo la órbita de la Casa Militar y que esa área maneje de forma vertical todo lo referido a los traslados del Presidente dentro y fuera del país.
Fuentes del gobierno advierten que Karina Milei trabajará con la premisa de achicar fuertemente los gastos en vehículos y aviones y en comprimir las comitivas que escoltarán al Presidente. La primera misión comenzará mañana con el viaje a la Antártida, al que se sumarán tres ministros.
En la diaria, Karina Milei también deberá resolver lo relativo a los proveedores de la Casa Rosada -los libertarios se quejan de que no tuvieron una transición ordenada con el exgobierno para garantizar la continuidad de algunos insumos- y definir qué se hará con el comedor de la sede de gobierno, que hoy ofrece un menú por $400.
Además, todavía se están ajustando los últimos detalles edilicios en la quinta de Olivos para que el Presidente se instale en los próximos días junto con sus perros, para los cuales dispuso la construcción de un canil de características especiales. Milei lleva más de dos meses viviendo en el Hotel Libertador y no se mudará, de mínima, hasta el 6 de enero. Con su tarjeta de crédito personal, por ahora, abonó su estadía hasta el 10 de diciembre, aunque en la Casa Rosada aseguran que el jefe de Estado hará públicos los detalles de sus gastos.
