Rosario Central le ganó 1-0 a Peñarol en el debut del Grupo G de la Copa Libertadores gracias al gol del defensor Carlos Quintana. Sin embargo, antes y después del partido hubo graves incidentes en el Gigante de Arroyito.
Una vez consumada la victoria del Canalla, un grupo de hinchas agredió a algunos jugadores del conjunto uruguayo: les arrojaron objetos contundentes desde las tribunas, que ahora quedaron más cerca tras las remodelaciones en el estadio.
Maximiliano Olivera, defensor uruguayo, se llevó la peor parte: recibió un duro golpe y terminó con un grave corte. Producto del ataque, el futbolista de Peñarol quedó con la cara ensangrentada.
La víctima se enojó, a tal punto que tuvieron que pararlo entre cuatro compañeros, que no podían contener su furia.
Las puertas del Gigante de Arroyito habían abierto unas horas antes del comienzo del partido y los hinchas de ambos equipos comenzaron a ingresar. En ese momento se produjeron los primeros incidentes: los del Canalla les tiraron vallas a los uruguayos desde la segunda bandeja del estadio.
Este hecho sucedió a menos de una hora del arranque del partido donde la tribuna de la parcialidad de Peñarol ya estaba prácticamente colmada. Lo cierto es que la disposición fue algo extraña: los fanáticos de Central estaban en la segunda bandeja y por debajo tenían a los visitantes.