El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, no quiere sorpresas con el tratamiento de la ley Bases, que regresa con las modificaciones del Senado, y decidió adelantarles 750 mil pesos a los legisladores, correspondientes el incremento que debían cobrar a partir de julio.
Los diputados se enteraron del ingreso extra durante el fin de semana pero la suma de dinero acreditado en sus cuentas no figura en el recibo que les imprimieron en junio. «Es un adelanto a cuenta, cobro 2,25 millones en junio pero el mes que viene vuelvo a cobrar 1,5 millones», se quejó un diputado.
Como informó LPO, el riojano había pedido a los presidentes de todas las bancadas que elevaran una nota formal solicitándole una suba de sus dietas, como para poder blindarse frente a la eventual negativa del Poder Ejecutivo. «Está cagado», dijeron en un despacho aliado cuando empezó a discutirse la mejor forma de otorgar un aumento sin tener que votarlo en recinto, de cara a la sociedad.
La especulación que recorre los pasillos del Congreso es que Menem apuró la acreditación del dinero para ablandar la resistencia de los bloques aliados, en medio de la discusión sobre la legalidad de insistir con artículos del proyecto que el Senado sustrajo o eliminó. «Nos quieren gorditos para votar la ley», admitió un legislador que no duda en votar a favor de la iniciativa.
Para los diputados, el gesto del titular de la Cámara es ofensivo en dos direcciones. Por un lado, extiende el manto de sombras sobre el trámite legislativo, que ya fue manchado por el canje de votos por embajadas, obras y contratos durante el debate de los senadores, como así también se tiñó de sospechas la redacción de los artículos con reuniones en el Hotel Savoy o la elaboración del dictamen blue en un departamento de Recoleta durante el verano pasado.
Por otra parte, el incremento tampoco conforma las aspiraciones de los legisladores. «Yo tengo que nombrar diputados que reemplacen a los del interior cada vez que hago comisión porque no quieren venir», explicó a LPO un diputado cercano al gobierno, y agregó: «un tipo que viene todas las semanas, entre alojamiento y comida, puede estar gastando 400 lucas por semana y alrededor de 1,5 millones al mes».
La cifra coincide con la dieta que figura al pie del recibo de mayo que revisaron en las últimas horas para ver si los 750 mil pesos extra estaban incluidos o no en ese documento.