Javier Milei tuvo un rapto de furia cuando se enteró que la Justicia había frenado parte del DNU por un reclamo de la CGT y amagó con impulsar el juicio político contra los jueces de la Cámara de Apelaciones del Trabajo.
El presidente recibió en Casa Rosada al bloque de 35 diputados de La Libertad Avanza para coordinar una estrategia en el Congreso para que avance la ley ómnibus y el DNU desregulatorio, tras semanas de mantener a los legisladores en vilo y sin comunicación.
En medio del encuentro, cayó el fallo de la Cámara que suspendió la reforma laboral, lo que significó el primer revés judicial fuerte de Milei.
La primera reacción del presidente fue pedirles a los diputados que conformen la comisión de juicio político para destituir a esos jueces y avanzar también contra jueces de Casación y algunos de la Corte Suprema.
El artículo 53 de la Constitución establece que Diputados tiene el derecho de acusar ante el Senado al presidente, vicepresidente, al jefe de gabinete, a los ministros y a los miembros de la Corte Suprema. Para el resto de los jueces, el órgano correspondiente es el Consejo de la Magistratura.
Fuentes que participaron de la reunión dijeron a LPO que Milei se arrepintió luego, tras reconsiderar las consecuencias políticas que puede tener un embate contra la justicia y en especial contra la Corte.
El Máximo Tribunal tiene previsto reunirse en febrero para analizar el DNU luego de una presentación del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela.
Pero Milei decidió enfriar su propia reacción inicial, si bien retuiteó a un libertario que definió a los jueces laborales como «millonarios» y «chupasangres». La tensión con la Corte, sin embargo, promete seguir.
Es que Rodolfo Barra, el Procurador del Tesoro, le dijo a La Nación que quieren ampliar el número de miembros de la Corte Suprema, tal como hiciera Cristina Kirchner.
«Nuestra libertad y patrimonio está en manos de cuatro personas», dijo Barra, en un ataque directo a los jueces de la Corte. Y luego dijo que el Máximo Tribunal debería tener 9 miembros. Es decir, cinco más que en la actualidad. Con cinco jueces designados durante el gobierno de Milei, el libertario se aseguraría la mayoría automática como la que tuvo Carlos Menem.
