36 C
Resistencia
domingo, febrero 2, 2025
spot_img
More

    Latest Posts

    [Opinión] ¿Deep Seek o Deep Sick?

    En un mundo que sigue debatiendo cómo regular la IA, el dilema es claro: ¿Estamos frente a un avance revolucionario o ante una bomba de tiempo?

    “Al final, fue ChatGPT al que reemplazó una inteligencia artificial”. El chiste irónico se propagó por las redes en cuestión de horas. DeepSeek, el nuevo chatbot desarrollado por la empresa china Baidú, sacudió el mundo tecnológico con dos características disruptivas al momento: es open source, lo que significa que cualquier usuario puede replicar y mejorar el modelo, y al parecer fue desarrollado con solo un 7% de los recursos que necesitaron OpenAI y otras grandes compañías para alcanzar una capacidad de cómputo similar.

    El impacto de este anuncio es doble. Por un lado, cumple con la promesa de democratizar la inteligencia artificial, alejándola del control de un puñado de empresas globales. Pero, por otro lado, también significa que el acceso a esta tecnología se abarata para cualquiera, incluidos actores malintencionados como organizaciones criminales o terroristas.

    En un mundo que sigue debatiendo cómo regular la IA, el dilema es claro: ¿Estamos frente a un avance revolucionario o ante una bomba de tiempo? Spoiler alert: estamos ante un avance revolucionario. Pero la revolución no siempre es limpia ni predecible.

    En 2024, tuve la fortuna de participar en Argentina y otros países en debates sobre la regulación de la inteligencia artificial. Desde el Congreso hasta eventos en Stanford y Palo Alto, pasando por reuniones en Washington DC y Arabia Saudita, en el marco del Internet Governance Forum—el brazo técnico de la ONU para temas digitales—, de esos debates emergieron tres grandes enfoques que hoy definen la regulación global de la IA:

    1. El modelo “regulacionista”: liderado por la Unión Europea y seguido por países como Chile. Su lógica es clara: es mejor regular antes de que la IA se vuelva incontrolable. Pero enfrenta críticas por su posible impacto negativo en la innovación.

    2. El modelo “regulación moderada”: adoptado por países como Estados Unidos (con regulaciones a nivel estatal), Japón, Corea, Singapur, Brasil y Colombia. Equilibra control e innovación.

    3. El modelo “esperar y ver”: la mayoría de los países, incluida Argentina, prefieren no apresurarse a legislar, observando qué hacen los demás antes de tomar una decisión.

    El problema de estos tres enfoques es lo que se conoce como arbitraje regulatorio. Si un país impone regulaciones estrictas y su vecino no, las empresas simplemente se mudan a la jurisdicción más permisiva. En este escenario, ¿Qué determina la atracción de inversiones? En América Latina, Chile tiene las regulaciones más estrictas, pero también recibe la mayor inversión en IA, lo que demuestra que otros factores, como la estabilidad económica, son aún más relevantes.

    La decisión de Italia de bloquear DeepSeek es solo la última de una serie de medidas similares. Antes lo hizo Estados Unidos con TikTok. Brasil lo ha hecho con otras plataformas. El argumento de fondo es siempre el mismo: proteger la soberanía digital.

    Pero, ¿realmente existe la soberanía digital? Las leyes siguen operando bajo la lógica de las fronteras físicas, cuando la realidad es que los datos, los algoritmos y las infraestructuras tecnológicas no tienen pasaportes ni nacionalidad.

    Italia pidió a DeepSeek información sobre el uso de datos de sus ciudadanos. La empresa respondió que no opera en Italia y que, por lo tanto, no está sujeta a su legislación. Resultado: bloqueo inmediato. ¿Funciona esta estrategia? En el corto plazo, tal vez. En el largo plazo, no. La IA y las aplicaciones digitales seguirán desarrollándose en otras partes del mundo, fuera del alcance de cualquier legislación nacional.

    El Internet Governance Forum deEl Internet Governance Forum de la ONU es un buen punto de partida, pero necesita evolucionar hacia un organismo con poder real para coordinar esfuerzos regulatorios

    El problema de fondo no es solo tecnológico, es estructural. Los “buenos” juegan con reglas claras, los “malos” no. Y en un mundo donde la innovación avanza más rápido que las regulaciones, cerrar puertas no es suficiente. Si queremos una verdadera soberanía digital, necesitamos una estrategia coordinada a nivel global y regional:

    1. Un nuevo marco regulatorio internacional, que establezca estándares claros para evitar que las empresas eludan la ley moviéndose entre jurisdicciones.
    2. Inversión en infraestructura tecnológica propia, pública o privada, para que los países no dependan completamente de actores externos.
    3. Una nueva institución internacional para la IA, similar a lo que la ONU logró con la OIEA para el control nuclear.

    El Internet Governance Forum de la ONU es un buen punto de partida, pero necesita evolucionar hacia un organismo con poder real para coordinar esfuerzos regulatorios. No solo en IA, sino también en tecnologías emergentes como la computación cuántica. El desafío es que el tablero de juego ya no es el mismo. Antes, la cooperación internacional giraba en torno a Estados, pero hoy son las grandes tecnológicas las que llevan la delantera en IA y computación cuántica, y los mejores laboratorios de análisis están en las mejores universidades del mundo. La disputa por el talento también es multipolar, y genera asimetrías en el acceso a las mejores personas para las tareas más complejas. Esto exige nuevos espacios de negociación y cooperación que aún no existen.

    El nombre “DeepSeek” suena inquietantemente parecido a “Deep Sick” (enfermedad profunda), releyendo los “baches” anteriores podemos ver que el problema se filtra entre las grietas de un sistema que pide a gritos ser reimaginado. Son nuevas enfermedades de nuestro sistema que nos pueden llevar a una nueva evolución. Tal vez no sea casualidad, pero si la única respuesta a estos desafíos es seguir aplicando herramientas viejas a problemas nuevos, el resultado será una crisis regulatoria permanente. Pero hay otra opción: aprovechar esta oportunidad para construir un sistema de gobernanza tecnológica que nos permita aprovechar el potencial de la inteligencia artificial y otras tecnologías para crear la mejor era de la humanidad.

    No se trata solo de regular. Se trata de imaginar nuevas instituciones, nuevas reglas y una nueva manera de pensar el futuro.

    Latest Posts

    spot_imgspot_img

    Don't Miss

    Stay in touch

    To be updated with all the latest news, offers and special announcements.