Aunque aún resta definir si las PASO seguirán existiendo o serán suspendidas, el Gobierno ya piensa en octubre y se mueve con un claro objetivo: colocar en el Congreso la mayor cantidad posible de diputados y senadores de pura cepa libertaria.
No importa si se suspenden o eliminan las PASO, todo hace suponer que no habrá internas abiertas y simultáneas a nivel nacional. Lo que importa es que la campaña electoral ya está en marcha y no por responsabilidad de la oposición.
El propio gobierno de Javier Milei ya se mueve con tono electoral y con un claro objetivo: colocar en el Congreso la mayor cantidad posible de diputados y senadores de pura cepa libertaria.
En su carpeta está mantener la baja de la inflación, el déficit cero y un dólar planchado durante un buen tiempo. Pero tiene algunas cuestiones por resolver, como salir con mayor velocidad de la recesión y lograr una recuperación mucho mayor del poder adquisitivo sin provocar un aumento del costo de vida mensual.
Durante su paso por Washington (EE. UU.) y Davos (Suiza), Milei escuchó elogios a su gestión y promesas de inversiones, pero también una pregunta reiterada, ¿cuándo se eliminará el cepo?
La respuesta a esa pregunta está directamente relacionada con las negociaciones con el FMI, que encabeza el propio ministro de Economía, Luis Caputo. El Gobierno necesita entre 11 mil y 12 mil millones de dólares para lograr ese objetivo.
Pero también hay expectativa sobre el resultado de las elecciones legislativas de medio término. Los inversores quieren saber, tal como ocurrió cuando gobernaba Mauricio Macri, qué respaldo tendrá el Presidente en las urnas y qué ocurrirá con la oposición, sobre todo la kirchnerista.
Con las encuestas en las manos, Milei está convencido de que debe profundizar el modo de gobierno libertario y su estilo duro y, por momentos, agresivo de confrontar con la oposición.
A ese ritmo se mueven los integrantes del Gabinete y de La Libertad Avanza. Y el que no comparte estos principios es expulsado del Gabinete o del partido, sin ningún tipo de honor. De eso puede dar fe el legislador porteño Ramiro Marra, quien fue echado de la peor manera de la fuerza libertaria.
Fundador de LLA junto a Milei y compañero de colegio del poderoso asesor Santiago Caputo, Marra ya había caído en desgracia desde el momento en que ganaron las elecciones presidenciales. El enfrentamiento que Karina mantiene con él fue letal. Milei no le dio ningún cargo en el Gobierno y Karina lo fue vaciando de poder en la legislatura porteña.
El Presidente lo sostuvo mientras pudo y terminó soltándole la mano. Marra dijo que sentía cariño por Milei y que iba a seguir apoyando el Gobierno, pero no tuvo respuesta del Presidente.
Karina se ha convertido en el Jefe de la estrategia electoral de LLA no solo en la Ciudad, sino también en la provincia de Buenos Aires. Nada ni nadie se mueve sin su consentimiento. Ella es responsable, con el aval de Milei, del frío que le hacen sentir a Mauricio Macri y al PRO cuando se habla de una posible alianza electoral. Ese acuerdo es indispensable si los libertarios quieren tener alguna chance de victoria en la provincia de Buenos Aires.
En territorio porteño, en cambio, buscan destronar al macrismo y llegar en 2027 a la Jefatura de Gobierno. Eso lo tiene en claro Jorge Macri, que ya está levantando las defensas de su administración para asegurar un triunfo este año y evitar que los hermanos Milei logren lo que se han propuesto.
Mientras tanto, el PRO sigue tragándose algunos sapos como las duras declaraciones de Milei en Davos contra la igualdad de género, la figura del femicidio, la ley de cupos, la cultura woke y la polémica mención de la homosexualidad y el abuso de menores, que derivó en una multitudinaria marcha de protesta del Congreso a la Plaza de Mayo.
Pero a Miel no le importa los costos que deba pagar. No hay fronteras que no pueda traspasar, mientras la economía y las encuestas le den la razón.
