Klaus Iohannis aseguró que su marcha evita una crisis porque el Parlamento estaba a punto de votar su suspensión
El presidente centrista saliente de Rumanía, Klaus Iohannis, renunció a su cargo este lunes ante un plan de los partidos parlamentarios de extrema derecha de la oposición para destituirlo antes de la repetición de unas elecciones que fueron anuladas por acusaciones de interferencia rusa.
“Para evitarle a Rumanía y a los ciudadanos rumanos esta crisis, esta evolución innecesaria y negativa, renuncio al cargo de presidente de Rumanía. Dejaré el cargo pasado mañana, 12 de febrero. Que Dios bendiga a Rumanía”, dijo Iohannis en un discurso a la nación.
La presión había ido aumentando sobre el proeuropeo Iohannis, líder de los liberales que había dicho que permanecería en el cargo hasta que se eligiera a su sucesor en mayo. Su segundo y último mandato expiró el 21 de diciembre.
El máximo tribunal de Rumanía decidió cancelar las elecciones presidenciales de diciembre en medio de acusaciones de injerencia rusa y después de que un candidato de extrema derecha poco conocido hasta entonces obtuviera una victoria sorpresa en la primera vuelta.
Los diputados iniciaron el lunes un procedimiento para suspender a Iohannis, tras dos intentos previos de la oposición de iniciar el proceso.
“En unos días, el Parlamento rumano votará sobre mi suspensión y Rumanía entrará en crisis… Todo este esfuerzo tendrá efectos internos y, lamentablemente, también externos”, dijo Iohannis.
El líder del partido de extrema derecha AUR, George Simion, dio la bienvenida a la renuncia de Iohannis.
“¡Es su victoria (la del pueblo)! Ahora es el momento de volver a la segunda ronda”, publicó Simion en Facebook.
El vencedor de la primera vuelta, Calin Georgescu, crítico con la UE y la OTAN y contrario a cualquier ayuda militar a Ucrania, todavía no había reaccionado al anuncio.
El mes pasado, decenas de miles de rumanos salieron a las calles en varias protestas convocadas por la extrema derecha para protestar por la cancelación de la votación, y algunos exigieron la renuncia de Iohannis.
La extrema derecha obtuvo un tercio de los votos, un resultado sin precedentes, en las elecciones parlamentarias de diciembre.
Se espera que el presidente del Senado y líder liberal, Ilie Bolojan, reemplace a Iohannis.
La decisión, poco común en la UE, sumió al país de Europa del Este que limita con Ucrania en una crisis, y Georgescu denunció la anulación como un “golpe de estado formalizado”.
Las autoridades lo acusan de haberse beneficiado de una campaña de apoyo ilegal en la plataforma TikTok. La Comisión Europea señaló que abrió una investigación.
Una nueva primera ronda de elecciones presidenciales tendrá lugar el 4 de mayo, y una segunda el 18 de mayo si ningún candidato de la primera ronda obtiene más del 50 por ciento de los votos.
Iohannis, de 65 años, ha sido presidente de Rumania desde 2014 y ha atravesado varias crisis políticas en el pasado.