El interbloque del Frente de Todos en el Senado, que comanda el formoseño José Mayans, se prepara para rechazar en general la Ley Bases y el paquete fiscal en la sesión que realizará el pleno de la Cámara alta mañana, desde las 10. Para blindar esa postura, el kirchnerismo se reunirá esta tarde, desde las 16, aunque el temor de varios legisladores de la bancada es que una derrota en esa instancia divida al espacio y, en las definiciones en particular, voten divididos.
“Apostamos mucho a las derrotas en general y la moneda quizás está en el aire ahora, pero si perdemos en la general, puede llegar a ser una granada para nosotros. ¿Cómo hacemos para sostener el rechazo, si hay algunos que necesitan que salga el impuesto a las Ganancias para ingrese plata a las provincias, o que precisan el -Régimen de Incentivos a Grandes Inversiones- RIGI para reactivar la economía y que entre plata rápida? Va a ser complejo”, deslizó un experimentado legislador a Infobae.
Días atrás, este medio contó que si bien la postura de rechazo en general es inamovible, el Frente de Todos analiza una jugada de pinzas para el recinto: apoyar algunos artículos para obtener los dos tercios y bloquear, de esa manera, la posibilidad de insistir con las versiones originales en caso de que las iniciativas regresen en segunda revisión a Diputados.
Veamos los textos. Por caso, en el artículo 3 del dictamen con modificaciones de la Ley Bases firmado en la Cámara alta, en la reorganización administrativa del Estado se excluyeron, de la eliminación de competencias o la transformación de sus estructuras, el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), la Administración de Parques Nacionales (APN), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), el Instituto Antártico Argentino (IAA), el Servicio de Hidrografía Nacional, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el Instituto Nacional del Agua (INA), y el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD), entre otros organismos. Algunos de estos se repiten en el artículo 6, cuando se menciona la posibilidad de intervenir por un año.
Otros puntos sobre los que prestará atención el Frente de Todos serán el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), con los cambios a favor de la producción nacional y contratación de trabajadores locales; y el bloqueo para poner a disponibilidad a empleados públicos que se encuentren con algún tipo de licencia.
En tanto, en el paquete fiscal aparecen diversos retoques sobre el blanqueo, como la desactivación 10 años hacia atrás para funcionarios públicos, y la imposibilidad de hermanos y otros familiares. Además, otros ítems que están relacionados con la deducción de créditos hipotecarios en Ganancias y la resucitación del Monotributo social.
Todo este escenario no quita el objetivo inicial del kirchnerismo, que es el rechazo en general de ambos proyectos. El Frente de Todos tiene 33 legisladores y está a cuatro del quórum y de la mayoría absoluta del Senado. Si uno mira las firmas de los dictámenes de mayoría no habría, en principio, riesgos de una derrota, aún con el número más que ajustado.
A pesar de todo esto, la cornisa sobre la que trotan las iniciativas de cara a la sesión no permite ni un respiro en cuanto a negociaciones entre la Cámara alta y la Casa Rosada. Las picardías ocasionales suelen aparecer en estos momentos, mientras el mercado y la política direccionan la lupa hacia el miércoles. Durante toda esa jornada, el Senado tendrá protagonismo absoluto.
La última vez que el Frente de Todos viró de jugada fue semanas atrás, cuando se votaron embajadores políticos de Javier Milei. Primero, algunos legisladores de la bancada apoyaron en la comisión de Acuerdos un par de pliegos. Luego, el interbloque dio libertad de acción para el recinto. Al final, durante la sesión, todo el espacio acompañó las designaciones propuestas por el Ejecutivo para evitar divisiones, incluida la del candidato a Israel, Axel Wahnish.