«Es un jarrón chino», sintetizó un economista que conoce bien a Federico Sturzenegger. Los jarrones chinos suelen ser piezas grandilocuentes que nadie sabe bien donde ubicar. Este domingo un economista muy cercano al ideólogo del DNU, Fausto Spotorno, afirmó sin vueltas que concretado el grueso del ajuste, la economía entra en una nueva etapa más sofisticada que requiere como ministro a Federico Sturzenegger.
«Una vez que tengas niveles de inflación global, tenés que pensar en temas más complejos, como ganancia de competitividad y productividad, mayores exportaciones. Pensando en desregulaciones y otras cuestiones a largo plazo, Milei tiene otro economista de fuste que es Federico Sturzenegger», afirmó Spotorno sin muchas vueltas.
El problema de Sturzenegger es que se chocó contra la pared que le construyeron Toto y Santiago Caputo. Como reveló LPO, los primos son el nuevo eje de poder del Gobierno y no parecen interesados en compartir cartel con Sturzenegger que no disimula su desprecio por la escasa formación macroeconómica del actual ministro de Economía.
«Sturzenegger y Llach se autoperciben como cambio estructural y ven a los Caputos como coyuntura», explicó a LPO una persona al tanto de las discusiones internas del área económica.
Acaso consciente de ese flaco, Toto Caputo hizo una jugada interesante este viernes. Sumó al macroeconomista chileno José Luis Daza, como viceministro de Economía. Daza es un macroeconomista muy importante que suena como ministro de Economía de su país de los dos candidatos a presidente más fuertes que tiene la derecha, José Antonio Kast y Evelyn Matthei.
Una persona que lo conoce bien, afirmó a LPO que «Daza está en condiciones de armarle a Caputo el plan que le falta», flanco que utiliza Sturzenegger para justificar la necesidad de su ingreso al gobierno.
Daza trabajó con Caputo más de diez años en Wall Street y fue socio de Damián Reidel, otro de los economistas que por estas horas influyen en Milei. Reidel es cercano a Sturzenegger aunque a Milei accedió por las suyas. De manera que el ingreso del chileno al equipo económico es también una manera de Caputo de meter una cuña entre Struzenegger y Reidel.
En Chile no descartan que Daza se quede hasta fines del año que viene trabajando en el gobierno de Milei y si en las elecciones de noviembre del 2025 gana la derecha en el país trasandino, regrese a su país para asumir el Ministerio de Economía.
Lo que está claro es que Caputo tuvo la semana pasada su mejor semana desde que es ministro y esa fortaleza de alguna manera coincide con el frío que empieza a rodear el ingreso al gabinete de Sturzenegger que anunció Milei. «Toto le quiebra el saque a Sturze, empoderado como nunca», bromeaba este fin de semana un bróker de Wall Street.
«Sturzenegger está medio embocado, no le dan ministerio y no maneja las empresas del Estado», exageraban este domingo.
Las empresas del Estado quedaron en manos del abogado mendocino Diego Chaher, que se ganó el lugar a fuerza de gestión. Con muñeca y sin el respaldo de la ley bases logró reducir fuerte los gastos y la planta de los medios públicos, un lugar supersensible que pudo navegar sin grandes escándalos.
Chaher tiene línea directa con Santiago Caputo, que además con su primo Toto están desplegando una estrategia de poder que consiste en quedarse con todos los mandos medios del Estado.
Santiago además controla el ejército de trolls libertarios, que por alguna extraña razón suelen pegarle a Stuzenegger y Llach cada vez que postean alguna pavada que pretende ser sofisticada, mientras que los tuits más rudimentarios de Toto, bien alineados con los libertarios, siempre son acompañados de felicitaciones al ministro «rockstar».