No habían pasado ni 24 horas de que el club Hernández de La Plata anunciara que la asamblea había aprobado la posibilidad de que capitales externos inviertan en la institución cuando se le comunicó que había sido expulsado de la Liga Costera Río de la Plata.
El viernes por la noche, Daniel Scioli y Julio Garro celebraban en las redes que el club aprobaba el ingreso de aportes privados bajo la modalidad de una Sociedad Anónima Deportiva (SAD). Sin embargo, el sábado muchos pibes que fueron a jugar su partido contra Atalaya se volvieron a sus casas sin jugar. El club había sido desafiliado de la liga.
La desafiliación enciende una fuerte polémica sobre su legalidad. Quizás entendiendo lo que se venía, el propio club había aclarado que de acuerdo a las normativas vigentes no podría ser expulsado de la Liga.
Sin embargo, con el correr de las horas las propias autoridades del torneo decidieron transitar el camino contrario y excluir al club Hernández.
La institución expresó en un comunicado que fue «un acto discriminatorio y humillante hacia los 60 menores que componen las divisiones juveniles cuarta, quinta y sexta».
Las autoridades de la liga decidieron la desafiliación de Hernández del torneo en función de la decisión que tomó la última asamblea de la AFA en la que se fija un rechazo a la incorporación de las SAD.
Este lunes, el abogado que representa al club Fabián Améndola -socio de Fernando Burlando- dijo que trabaja reuniendo pruebas para presentar el recurso de amparo en la Justicia y cuestionó el hecho de que desde la liga no enviaran una notificación formal y dejaran a los chicos sin la posibilidad de jugar tras un largo viaje a Atalaya.
En declaraciones a 0221, Améndola planteó que la AFA «puede haber cometido el delito de coacción». Según explicó, en medio de la disputa entre la entidad más importante del fútbol argentino y el Gobierno nacional, los directivos de la Liga Costera Río de la Plata pudieron haber actuado «bajo presión».
Apenas trascendió la suspensión del club, Garro cargó duro en las redes contra los directivos del torneo. «Los chicos volviendo con la ropa puesta pero sin poder jugar. Los mandaron de vuelta al Club. Es un escándalo», dijo y siguió: «los clubes tienen derechos y están avalados por el DNU para ser libres y elegir el tipo de administración que quieran. Los socios eligen libremente en la asamblea y lo castigan con la expulsión. Esto es vergonzoso».