Marc Priestley recordó las celebraciones de los pilotos en la época previa a las redes sociales: “Era un tipo genial y divertido”, dijo sobre Michael
La Fórmula 1 no solo es conocida por la competencia extrema y la pasión en la pista, sino también por los momentos que sus protagonistas han compartido fuera de ella. Recientemente, Marc Priestley, ex mecánico de McLaren entre 2000 y 2009, reveló detalles inéditos sobre las fiestas de algunas de las mayores leyendas de este deporte. Desde Michael Schumacher hasta Lewis Hamilton, pasando por Kimi Raikkonen, sus relatos dibujaron un panorama donde las luces del glamour se alternaban con bromas y diversión desmedida.
Priestley recordó una anécdota insólita con el Kaiser, siete veces campeón mundial, a quien definió como una figura seria en su trabajo pero distendida y accesible al final de las jornadas. “Arrojarle una Bacardi con Coca Cola a la cara a Michael Schumacher en su fiesta de cumpleaños fue definitivamente uno de mis recuerdos favoritos de él, simplemente porque se echó a reír después de que lo hice”, narró en diálogo con Casino Uden Rofus.
“Por cierto, no fui el único que tiró una bebida. Hubo muchos momentos en los que Schumacher estaba en el coche que todo el mundo recuerda, pero hubo muchos recuerdos fuera del coche de él siendo un tipo divertido y agradable”.
Schumacher, según Priestley, tenía un talento único para desconectarse tras la presión de cada carrera. “Se ponía muy serio a la hora de trabajar, ya fuera en el coche o con los ingenieros, pero fuera de eso siempre sabía relajarse y eso siempre me impresionaba”, aseguró.
Recordó además las legendarias fiestas organizadas por el piloto alemán: “Schumacher siempre organizaba grandes fiestas. Hubo muchas ocasiones en las que hicimos karaoke en Japón después de la última carrera de la temporada en Suzuka, bailando sin camiseta en los clubes nocturnos. Era un tipo genial y divertido al final de una temporada o un fin de semana de carreras. Así debería ser la F1, porque es un trabajo con tanta presión que a veces hay que soltarse un poco”.
En cuanto a Kimi Raikkonen, conocido por su personalidad única tanto dentro como fuera de la pista, Priestley afirmó que llevaba la diversión a otro nivel: “Puedo imaginar que Max Verstappen y Michael Schumacher se lo hubieran pasado genial, pero no creo que hubiera sido nada parecido a las fiestas de Schumacher y Kimi Raikkonen, a las que asistí a algunas”.
“Raikkonen era un gran tipo. Llevaba las carreras y la fiesta a niveles extremos. Conducía su coche de forma espectacular, con tiempos de vuelta récord, pero se divertía como un loco. Raikkonen era como un chaval de 22 años, pero también un millonario. Era lo que había que hacer y lo pasábamos bien”, añadió.
Otro nombre destacado en las memorias de Priestley es el de Lewis Hamilton, quien en su primera etapa en la Fórmula 1 también tuvo sus momentos desenfrenados. Refiriéndose a la celebración tras el primer campeonato mundial del británico en 2008, narró: “Lewis Hamilton puede ser genial en las fiestas. Recuerdo que cuando ganó su primer campeonato mundial en 2008, trajo a su novia de entonces, Nicole Scherzinger. Hamilton se hizo cargo de los platos en un club nocturno en el que estábamos y estuvo como DJ durante casi toda la noche”.
También reveló un momento memorable: “Scherzinger tomó el micrófono y comenzó a cantar, mientras Hamilton se sumaba a ella. He visto todas sus facetas”.
A pesar de estas coloridas anécdotas, Priestley destacó cómo las dinámicas de los pilotos actuales han cambiado debido al impacto de las redes sociales.
Explicó que, en los tiempos de Schumacher y Raikkonen, el círculo cercano de amigos permitía disfrutar sin preocupaciones. “Estas fiestas eran anteriores a las redes sociales y los teléfonos, por lo que era un grupo cercano de amigos donde podías divertirte y no preocuparte por las consecuencias. Hoy en día, los conductores se preocuparían si les estuvieran grabando”, afirmó.
Según él, esa presión afecta a los pilotos más jóvenes. “Muchos de estos pilotos que están surgiendo ahora son todavía muy jóvenes, como Lando Norris y Max Verstappen, pero necesitan divertirse un poco. Sin embargo, la conciencia de ser grabados siempre estará presente en sus mentes. Los viejos conductores nunca tuvieron que preocuparse realmente por eso”.