Al menos tres personas han muerto este martes en una explosión en las profundidades de una central hidroeléctrica de un embalse del norte de Italia, mientras los equipos de socorro se afanan en buscar entre las ruinas a otros cuatro desaparecidos.
El balance oficial provisional se mantiene en tres víctimas mortales cuyos cadáveres ya han sido recuperados y cinco heridos de distinta consideración, algunos de gravedad y que han tenido que ser ingresados en hospitales de la zona.
El portavoz del Cuerpo de Bomberos, Luca Cari, confirmó estas cifras en declaraciones a la televisión pública RAI e insistió en la dificultad de las operaciones.
La explosión se produjo en torno a las 15:00 hora local (13:00 GMT) en la central hidroeléctrica del embalse de Suviana, cerca de Bolonia (norte), a unos 30 metros de profundidad, lo que está dificultando las labores de búsqueda y rescate.
El accidente se desató en la planta menos nueve de esta central gestionada por la compañía Enel y que es la más potente de la región de Emilia Romagna.
Las víctimas son trabajadores que estaban llevando a cabo labores de mantenimiento en las turbinas, ya que en el momento del desastre en el lugar trabajaba un equipo de unas quince personas.
Se trata, sin embargo, de una primera reconstrucción que las autoridades deberán esclarecer posteriormente. El alcalde de la cercana localidad de Camugnano, Marco Masinara, apuntó la posibilidad de que la tragedia haya sido causada por un derrumbe.
Tal es así que el presidente de la República, Sergio Mattarella, ha telefoneado al gobernador regional, Stefano Bonaccini y, además de expresarle su pésame, le ha pedido que se “aclare plenamente” la causa y dinámica de este accidente laboral.
Mientras, los bomberos están intentando acceder a la zona del accidente con bombonas de oxígeno, porque también ha entrado agua de este embalse enclavado en la cordillera de los Apeninos, aunque su dique no ha sufrido daño alguno, según avanzan los medios.
La esperanza, aclaran, es encontrar personas con vida en las entrañas de la planta hidroeléctrica, construida en 1975.
Enel Green Power, gestora de las instalaciones, explicó en un comunicado a los medios que el incendio afectó a uno de sus transformadores y que, tras el suceso, se activaron todas las medidas de seguridad para evacuar a todo el personal de la planta.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó su pesar a los familiares de las víctimas y de los heridos, además de agradecer el trabajo de los equipos de emergencia.
El ministro de Medioambiente y Seguridad Energética, Gilberto Pichetto Fratin, informó de que está siguiendo la situación en estrecho contacto con la delegación del Gobierno en Bolonia.
El alcalde de Bolonia, Matteo Lepore, ha acudido también al lugar de los hechos para transmitir su solidaridad ante lo que “podría convertirse en una de las peores tragedias laborales de la historia reciente” de Italia, dado que aún hay desaparecidos.
Por eso, los sindicatos han recibido la noticia con indignación. El secretario del más importante de Italia, la CGIL, Maurizio Landini, lamentó que se trata de “la enésima matanza” laboral y anunció una huelga de cuatro horas el próximo jueves en Bolonia para exigir más seguridad y controles en los puestos de empleo.
En los mismos términos, el gobernador Bonaccini consideró “intolerable” que en Italia “pueda morirse de este modo en el trabajo”, aunque pidió esperar a que se aclaren las causas.