El voluminoso exoplaneta fue bautizado con el nombre Gaia-4b y se encuentra a 244 años luz de la Tierra.
Una sonda espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA), llamada Gaia, descubrió a un gigante fuera del Sistema Solar.
La nave de exploración, que culminó su trabajo el 15 de enero, encontró un exoplaneta que es 12 veces más grande que Júpiter, el planeta más voluminoso de nuestro vecindario cósmico. En honor al instrumento que lo halló fue bautizado Gaia-4b.
Gaia-4b es un exoplaneta colosal: 12 veces más grande que Júpiter
Este planeta fuera del Sistema Solar se encuentra a 244 años luz de la Tierra. Según explicaron desde la ESA y tal como vemos en el video que divulga la agencia espacial, se encuentra junto a una enana marrón (Gaia-5b) orbitando lejos de estrellas que son más pequeñas que nuestro Sol.
Tal como señalamos, el hallazgo fue realizado por la sonda Gaia de la agencia europea, que recientemente culminó sus labores conforme agotó su combustible. Siguiendo a Mashable, la existencia de Gaia-4b y de su compañera Gaia-5b se comprobó mediante otros instrumentos de observación.
“Gaia-4b es uno de los planetas más masivos conocidos que orbitan una estrella de baja masa”, subrayaron los científicos en su estudio.
Gaia-4b es considerado un planeta “superjúpiter”. Igual que el integrante de nuestro Sistema Solar, es un gigante gaseoso. En este caso, es relativamente frío y completa una órbita a su estrella en un lapso de 570 días terrestres.
“Esta es la punta del iceberg de los descubrimientos de exoplanetas que podemos esperar de la sonda Gaia en el futuro”, dijo Matthew Standing, investigador de la ESA. Los recientes hallazgos fueron publicados en The Astrophysical Journal.
Exoplanetas, el nuevo grito de la astronomía
El primer hallazgo de un planeta fuera del Sistema Solar se realizó en los 90’s y desde entonces se confirmó la existencia de unos 5.800 ejemplares de esa especie. Además, hay miles de candidatos que están siendo revisados por los astrónomos.
Tal como señalamos esta semana al contar los detalles del exoplaneta WASP-121b (singularísimo, porque la temperatura en una de sus caras llega a los 2.500 grados Celsius y porque allí hay lluvias de partículas metálicas), el estudio de esos cuerpos en el cosmos lejano permite inferir conclusiones acerca del origen de otros planetas, incluyendo a los de nuestro vecindario.